Un año más, y ya van unos cuantos, es mi cumple! :)
Siempre he considerado que los cumpleaños son, sin duda, la mejor fiesta de todas. Son 24 horas de felicidad garantizada, la posibilidad de hacer balance sin tener que atiborrarte de los polvorones navideños, poder decidir quién vas a ser durante el año siguiente sin tener que ir disfrazada de zombie mutante o enfermera ligerita de ropa, recibir libros y rosas sin tener que aguantar a todo el Jordi suelto que hay por el mundo, hacer nuevas listas sin atragantarte con 12 uvas en un minuto …
La diferencia este año es que me he dado cuenta por qué son tan especiales: por todos aquellos que nos recuerdan que están ahí, que forman parte de nuestro pequeño mundo, que pese a estar cada vez un poquito más viejos (ellos también envejecen, a ver qué creen) siguen a nuestro lado cuidándonos las arrugas, y que no hay nada que 365 días por delante no puedan arreglar. El caso es que me hago mayor (que no vieja) , y cada vez estoy más rodeada de más y mejor gente
Como cada cumpleaños, no deja de sorprenderme todos aquellos que os acordáis de mi y me mandáis tanto cariño. No tengo palabras para agradeceros tanto y a tantos.
A todos los que estáis: gracias, por acompañarme, vais quitándole piedras al camino
A los que no estáis: gracias, cada vez pesáis menos
Paola
No hay comentarios:
Publicar un comentario